El llamado «Renacimiento Carolingio» fue, probablemente, la primera etapa de esplendor cultural y económico que Europa vivió desde tiempos del Imperio Romano. Se extiende entre los siglos VIII y X de nuestra era y, aunque engloba diversos reinados, el más brillante de todos ellos fue, sin duda, el protagonizado por Carlos I el Grande, conocido habitualmente como Carlomagno, nacido, según se cree, en la ciudad belga de Herstal hacia el año 742 y muerto en Aquisgrán en 814.
Durante su mandato expandió los reinos francos dando lugar al Imperio Carolingio, un frustrado intento de recuperar el antiguo que habían instaurado los romanos y que constituyó, como decíamos, una época de prosperidad económica y cultural, además de suponer el despertar de la conciencia europea. Ante una figura de tal relevancia histórica, no es de extrañar que la Literatura se ocupara de su vida.
De hecho, ya lo hizo en su propia época, pues uno de los intelectuales de su Corte, el germano Eginardo escribió una biografía del Emperador. No obstante, sería poco después, con la aparición de la épica y su máxima expresión los cantares de gesta cuando Carlomagno adquiriría relieve literario. Es lo que se conoce como «Ciclo Carolingio» y está formado por varios textos épicos de los siglos XI y XII dedicados a cantar los éxitos del monarca con mucha ficción y nada de realismo histórico. De hecho, la primera obra importante de la literatura francesa, el ‘Cantar de Roldán’ pertenece a ellos.
El siguiente libro que nos encontramos no deja de ser curioso. Se titula ‘La historia del Emperador Carlomagno y de los doce Pares de Francia’ y, aunque se nos dice que fue traducido de una obra latina del arzobispo Turpín, supuesto contemporáneo del monarca, la verdad es que se trata de una novela de caballerías al gusto de la época, en la que aparecen Fierabrás y otros personajes a los que aludirá el ‘Quijote’ de Cervantes.
Más próximas son algunas obras que tratan sobre la figura de Carlomagno. Entre ellas, destaca la escrita por el norteamericano Harold Lamb (1892-1962), autor experto en biografías que nos ofrece un completo relato novelado de la vida del Emperador abordando su doble vertiente de gran soldado y erudito amante de la sabiduría y las artes. Igualmente interesante resulta ‘Carlomagno’, del notable historiador italiano Alessandro Barbero. En suma, diremos que, probablemente, estas dos últimas obras sean las únicas que abordan con rigor histórico la figura del legendario monarca, ya que todas las anteriores son pura fantasía.
Foto: El Bibliómata.