Si de motociclismo hablamos, es indudable que las carreras de velocidad en pista se llevan la palma entre los aficionados, pues son seguidas por millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, existen otras modalidades de este deporte cuya espectacularidad no les va a la zaga y que también requieren una extraordinaria pericia y entrenamiento por parte de los pilotos.
Una de las más destacadas es la conocida como Enduro, cuyo nombre ya nos da una idea de en qué consiste: procede de la palabra inglesa endurance, que significa «resistencia». Sin duda, ésta es muy importante pero también lo es la velocidad, ya que la competición es ganada por el piloto que realice las pruebas en el menor tiempo posible, aunque la dificultad impide alcanzarlas muy altas: normalmente, se promedian unos cincuenta kilómetros a la hora.
Las pruebas se distribuyen en distintas categorías. Hasta hace no mucho tiempo, éstas se dividían en función de la experiencia y habilidad de los pilotos pero, últimamente, se prefiere la distribución por cilindrada de la moto. Así, tenemos Enduro 1, con motores de dos tiempos hasta 125 centímetros cúbicos y de cuatro tiempos hasta 250; Enduro 2, con ellos de dos tiempos hasta 250 y de cuatro hasta 450 y Enduro 3, categoría reina en la que se incluyen motos de dos tiempos de más de 250 y de cuatro de más de 450 centímetros cúbicos.
Como sucede con las carreras en pista, existe un Campeonato del Mundo de Enduro, compuesto por diferentes pruebas de unas cuatro horas de duración cada una. Pero, además, hay unas llamadas «olimpiadas del Enduro»: el International Six Days, que se celebran una vez al año en diferentes sedes. Por si ello fuera poco, en los últimos tiempos está cobrando popularidad el Enduro extremo, pruebas de unos cien kilómetros de recorrido por lugares de enorme dificultad. De hecho, el pasado año 2011 se ha celebrado el primer Campeonato del Mundo de esta modalidad.
A la vista de todo ello, podríamos decir que entre el Enduro y el motociclismo en pista existe la misma diferencia que entre la Fórmula 1 y los rallies en los coches. El equipamiento del piloto consta de casco, coderas, rodilleras, botas protectoras y peto, aunque sólo el primero es obligatorio. No obstante, es imprescindible llevarlo completo porque se producen caídas frecuentemente y toda protección es poca. A pesar de ello, se trata de un bello deporte que permite la convivencia entre los pilotos así como disfrutar de hermosos paisajes.
Fuente: Manual de endureros.
Foto: Dalli 58.